Generó bastante preocupación este último verano (2020 – 2021), en especial durante el mes de febrero, el escaso caudal circulante por el río Gallegos en el tramo final de su cuenca. Si bien durante 2020 se experimentó en toda la región uno de los inviernos más húmedos y nevadores de las últimas décadas, la primavera se presentó tempranamente seca y cálida, lo que permitió que numerosos ríos del sur de la provincia experimentasen importantes caudales a la salida del invierno pero que, hacia el final del año, ya comenzaran a mostrar evidencias de una importante baja.
El río Gallegos, uno de los más intensivamente monitoreados en el sur de la provincia y un indicador del pulso de producción de aguas en la región, tiene una producción media anual de entre 28 y 30 m3/s, la que puede caer habitualmente a unos 10 a 15 m3/s durante el final del verano, en años promedio. Estos valores son referencias entre su naciente en la confluencia de los ríos Rubens y Penitente, y cerca de su desembocadura en el estuario, en el paraje Palermo Aike. Es importante siempre tener presente ambos puntos ya que el río, dependiendo del momento del año, puede presentar diferencias en su comportmieno agua arriba y abajo.
Éstos caudales no son los naturales sino una combinación entre la producción natural de agua descontadas las captaciones sin devolución que se realizan aguas arriba, en especial en el sector chileno donde se realiza un uso más intensivo del agua de superficie que en el sector argentino en términos de uso agropecuario. Debemos recordar que se trata de una cuenca binacional y cuya mayor recarga de agua ocurre entre inverno y comienzos de primavera en la cuenca alta ubicada en este país.
En el más reciente verano (diciembre de 2020 a febrero de 2021), se registraron caudales de entre 3 y 5 m3/s aguas arriba y abajo respectivamente en la cuenca, entre los más reducidos de los últimos 40 años y muy por debajo de la variabilidad propia del río esperada para el mismo momento entre diferentes años. Este dato es uno más en una tendencia decreciente que esta experimentando la circulación de aguas en el sector argentino de la cuenca, en especial en los más recientes 6 años, desde la sequía registrada en el verano de 2015 a 2016. En este último lapso de tiempo la región logró acomodarse a la producción mínima promedio de su historia, con poco más de 800 hm3 durante todo el año hidrológico de 2019 a 2020, el promedio de los 6 años mencionados se ubicó en poco más de 400 hm3, es decir poco menos de la mitad de las producciones mínimas de agua conocidas desde principios de los años 80s.
La producción agropecuaria en la cuenca del río Gallegos no tiene una dependencia significativa del agua de superficie del río Gallegos, como sí lo representan las captaciones subterráneas que abastecen molinos y bombas. Sin embargo, poco más del 40% de la población de la provincia se concentra en ésta y los caudales del río son la principal fuente de abastecimiento del consumo poblacional, lo que permite suponer que la situación presentada este último verano pueda significar un importante desafío en años futuros de consolidarse la tendencia decreciente observada en estos últimos años.
Aún no se dispone de suficiente conocimiento sobre la hidrología de la región como para establecer las dinámicas de recarga de los cursos de superficie y de sus acuíferos, todo lo cual significa una importante incertidumbre acerca de como pueden estar impactando en éstos los efectos del cambio climático global, del cual se perciben efectos en la región si bien aún no se los logra cuantificar. Esta incertidumbre debe tomarse en cuenta durante la planificación del manejo y conservación del recurso y estimular el fortalecimiento del seguimiento continuo de la realidad de los río y del clima regionales.
Los pulsos de crecimiento y bajantes del río resultan un indicador aproximado de lo que está sucediendo con el recurso hídrico en la porción sur de la provincia y, si bien para el recurso subterráneo existen dinámicas más lentas y sus efectos observables en escalas temporales más extensas, las tendencias decrecientes también podrían tratarse de un escenario esperable para los próximos años en los acuíferos que en la actualidad se explotan principalmente para aguadas o riego en el ámbito rural.
Desde 2014 hasta el presente, desde INTA EEA Santa Cruz se realizan seguimientos de la dinámica de las aguas de superficie en la región sur de la provincia de forma de contribuir con elementos de juicio para apoyar procesos de toma de decisiones desde el sector público y el privado. SI bien por el momento aún no se está en capacidad de realizar pronósticos de corto o mediano plazo en relación con la oferta de caudales, se desarrollan importantes inversiones en sociedad con el Estado provincial, para avanzar hacia un mejor conocimiento de estas realidades y contribuir con información que permita en algún tiempo, desarrollar escenarios hídricos que permitan la planificación y la adaptación a las nuevas realidades que comienza a imponer el cambio climático global, en la región.
Esta nota en Tranquera Sur, programa radial de INTA EEA Santa Cruz:
https://www.ivoox.com/tranquera-sur-programa-n-19-2021-audios-mp3_rf_72556464_1.html